Originalmente su nombre se debe a un marino de la tripulación de Solís quien tuvo cristiana sepultura en estas tierras.

A fines del siglo XIX la isla fue considerada como lazareto donde recalaban todas las embarcaciones que pretendían ingresar a Buenos Aires, llevándose aquí el control sanitario propio para evitar epidemias.

Más tarde fue convertida en penal de presos políticos por donde pasaron los presos políticos más destacados de la Argentina, entre ellos los presidentes Hipólito Irigoyen, Perón y Frondizi.
Luego, a partir de 1950 el penal se utilizó para el traslado de presos comunes aumentando considerablemente su población carcelaria.

Se conoce que el poeta nicaraguense Rubén Darío fue uno de los visitantes destacados de la isla. Durante su estadía redactó 2 notas para el Diario La Nación de Buenos Aires y fechado 23/05/1895 escribió en la isla el poema "La Marcha Triunfal".

Ya en 1973 y a partir del Tratado firmado entre ambos países, el Artículo 45 determinó que la isla Martín García fuera utilizada como Reserva Natural para la conservación y preservación de la fauna y la flora autóctonas.

Desde nuestra llegada a la isla y todavía estando en viaje podremos reconocer las baterías de cañones que cumplieron la función de defensa de la isla durante la Guerra de la Triple Alianza entre 1865 y 1870.

Desde el momento de la conquista del Río de la Plata la isla Martín García cumplió un rol sumamente activo y fue testigo de los principales acontecimientos de nuestra historia.

Dada la actividad comercial que implicaba el río en el siglo XIX el Ministerio de Guerra creyó en la necesidad de señalizar la región para favorecer el tráfico fluvial.
El 7 de enero de 1897 se instaló el faro de la isla que tiene 43 metros de altura y hasta 6 millas de distancia visible, ubicado en la parte sur del territorio.

El antiguo faro era una construcción muy precaria de piedra y ladrillos, de forma cilíndrica a la que se había anexado una pequeña vivienda ya que se trata de un faro habitado.
Toda la construcción estaba pintada de color blanco y tenía en su cima un pararayos.
El edificio del faro fue declarado Monumento Histórico Nacional por medio del Decreto 1741 del 2011.

Surgido con la finalidad de poder transmitir la historia de la isla, el paso de personajes de renombre político y cultural de ambas nacionalidades y sobre todo su función como punto de defensa en zona de guerra.

Pertenencias donadas por sus habitantes, por la Armada Argentina, documentos y fotografías son algunas de los objetos que podemos conocer en nuestro recorrido.

Esta panadería es un hito histórico de la isla, abrió sus puertas en el año 1913, posee un gran horno a leña y su pan es de elaboración totalmente artesanal.

Tal vez el producto más destacado de este lugar es el "pan dulce", considerado como uno de los más ricos que se hacen en nuestro país. Nadie puede irse de Martín García sin haber comprado uno de estos ejemplares que son el souvenir de la visita a la isla.

Muchos aseguran que en la Quinta Presidencial de Olivos se come únicamente el pan producido en esta panadería.

Este seto vivo está ubicado estratégicamente en el centro de la isla y es un terreno privado.
Teniendo el permiso de los dueños se puede recorrer y agudizar el ingenio para poder atravesarlo.
Es visitado por muchos turistas que encuentran en él uno de los entretenimientos que ofrece la isla Martín García para después del almuerzo.

A lo largo de nuestro recorrido por la isla podremos bifurcarnos por caminos que conducen a miradores especialmente diagramados para obtener panorámicas diversas desde la isla y hacia el río.