Córdoba la Llana de la Nueva Andalucía, tal el nombre con que Jerónimo Luis de Cabrera la fundara allá por 1573 , un poco más al norte del actual emplazamiento de la ciudad.
Originalmente contaba con tan sólo 70 manzanas, de las cuales la mayor parte de ellas correspondían a las instituciones dedicadas al gobierno y a las órdenes religiosas, que muy pronto llenaron de iglesias toda el poblado.
Una ciudad que fue creciendo desde su planta original hasta alcanzar en la actualidad el rango de segunda capital de la Argentina, y uno de los centros económicos y turísticos más destacados.
En el año 1879 comienzan a asentarse las primeras líneas de tranvías a caballo en Córdoba. Esta importante inversión sumada a la conexión con Rosario por medio del ferrocarril hizo posible el "gran paso"... cambiar el tranvía tirado a sangre por el tranvía eléctrico.
A este suceso se le sumó otro punto de importancia que tendría repercusión a lo largo de los años: en menos de 20 años casi se triplicó el número de habitantes.
Con el tiempo y a medida que crecía la línea de tranvías surgió una innovación significativa, coches con una doble función: en verano serían tan abiertos como para proveer al viajero de la ventilación necesaria y en invierno sus ventanas se podrían cerrar para lograr un ambiente cálido.
El tranvía significó un importante cambio en la Ciudad de Córdoba, tanto económica como demográficamente. El crecimiento de la población, llegando en 1960 a casi 600.000 habitantes hizo que Córdoba comenzara a florecer como polo industrial.
El surgimiento de fábricas y aumento de habitantes hicieron posible el crecimiento de los barrios y el florecimiento de otros nuevos.
Hacia mediados de la década del ´50 el costoso mantenimiento del servicio, la imposibilidad de ampliar el tendido vial en forma paralela al crecimiento de los barrios y el surgimiento del ómnibus hicieron que el Tranvía llegase a sus últimos momentos de vida.
Muchas décadas después, a comienzos de los ´90, un grupo de personas soñaron con volver a disfrutar del tranvía en las calles de Córdoba. No todo fue simple, pero los conocimientos adecuados y conexiones con las personas justas hicieron posible que la Empresa "Carris de Ferro" en Lisboa, Portugal; otorgaran un coche trocha angosta: Tranvía 350.
Listo! el tranvía fue localizado, ya tenía nombre y el OK estaba dado... pero ahora faltaba lo más importante: el financiamiento para inversión de tal magnitud. Una vez superado el tema económico y trámites pertinentes que permitiesen la llegada del tranvía a Argentina, el viaje comenzó.
El 3 de mayo de 1998 llegó al Puerto de Buenos Aires para arribar a su destino definitivo el 8 de mayo.
Hoy, y luego de un largo camino realizado para poder disfrutar de su presencia: el Tranvia 350 realiza un recorrido histórico de la Ciudad de Córdoba, desde la Estación Mitre hasta el encuentro con la Calle Avellaneda. |