En el Museo Carmen Funes, de Plaza Huincul se pueden apreciar, entre otras cosas, los restos fósiles del dinosaurio herbívoro más grande del mundo, nos referimos al Argentinosaurus Huinculensis.
Estos restos fueron hallados por un vecino de la ciudad llamado Guillermo Heredia en el año 1987, quien denunció el hecho ante las autoridades del museo, que inmediatamente se dispusieron a rescatarlos.
Sólo se pudieron sacar algunas vértebras, costillas, una tibia y un fémur. Por las dimensiones de los huesos encontrados se pudo determinar aproximadamente el tamaño de este ejemplar, calculando el mismo entre 38 y 42 metros de largo; con un peso que superaría las 85 toneladas.
Cada una de las vértebras tiene una altura de 1, 60 metros, son monumentales moles que nos permiten tener una idea más acabada del porte total de estos animales.
En un rincón muy especial del museo se destaca la réplica de un nido de dinosaurio, con huevos cuya antigüedad es superior a los 80 millones de años.
Es necesario detenerse en esta localidad para poder apreciar este maravilloso pueblo que sigue creciendo día a día.
CÓMO TRANSPORTAR FÓSILES HASTA EL MUSEO?
Cuando visitamos Museos dedicados exclusivamente a fósiles, en especial de dinosaurios, tenemos la suerte de poder verlos e imaginar como fue nuestro Planeta hace millones de años... pero como logran transportar los restos a cada Museo? Una pregunta que parece simple, encierra técnicas complejas que vale la pena conocer para valorar mucho más cada ejemplar que observemos.
Si bien uno cree que los huesos de animales tan grandes deben ser fuertes y resistentes, la realidad marca todo lo contrario. Es por eso que el proceso para el transporte debe ser llevado a cabo con riguroso cuidado, evitando cualquier pérdida o fractura de los restos encontrados.
PASO 1: Una vez encontrados los restos, se limpia bien la zona, tamizan la tierra en busca de restos más pequeños, delimitan los lugares donde podrían encontrarse más huesos, y se interpreta lo que pudo haber ocurrido en ese lugar hace millones de años... se pasa al proceso de preparado para el transporte.
PASO 2: Se cava una zanja profunda entorno al fósil. Se limpia bien el hueso y se cubre con una capa de aceite, crema o cera. De esta forma se aisla de los próximos pasos y no hay riesgo de que en el futuro las capas de yeso queden pegadas al fósil.
 |
PASO 3: Se cubre con tiras de papel húmedo y luego con tiras de arpillera mojadas en yeso, en forma cruzada para generar mayor resistencia a la hora del transporte. Este proceso se realiza varias veces hasta lograr una capa bastante gruesa que pueda aislarlo de cualquier golpe.
|
PASO 4: Se utiliza una palanca para separarlo del suelo y se realiza el mismo tratamiento del paso 3 en la parte inferior del fósil. De esta forma el hueso queda "guardado" dentro de una "nuez" de yeso.
PASO 5: Siempre dependiendo del tamaño del hueso, el peso y el lugar donde se encuentren es que se selecciona el modo de transporte. Camioneta, grúa, camión, auto, a elección de cada uno y de lo que permita la geografía.
PREPARADO DE LOS FÓSILES EN EL LABORATORIO
Este es un momento muy importante, es donde se debe tener mucho cuidado para no malograr todo el trabajo que se tuvo que hacer en la excavación y traslado.
Con cuidado se va cortando con una sierra, en capas, el yeso que recubre el fósil. Muchas veces los fósiles no estan libres en un 100% de rocas, por lo tanto, es el momento en que deben ir quitando en etapas los restos y dejar al aire libre el fósil original.
Los huesos de dinosaurios suelen ser de un color marrón intenso, lisos por fuera y de una importante dureza. Ésto hace posible distinguirlos de la roca que lo recubre, sin embargo, hay que tener mucho cuidado para no lastimarlo.
PREPARACIÓN DE LOS MOLDES
Muchas veces los ejemplares encontrados no están en condiciones de utilizarse para exhibir en el Museo... entonces se acude a los moldes de huesos. Otras veces los huesos son de alguna especie nueva o poco conocida y deciden realizar copias, es ahí donde los moldes entran en acción...
Actualmente, el proceso es más simple ya que se cubre el hueso original con una especie de goma líquida que se enfría a las horas. Luego se transforma en una cubierta plástica que puede retirarse sin lastimar el hueso, igual siempre se actua con mucho cuidado.
Ese molde plástico es hueco, se puede rellenar con mezclas de yeso, cemento, mezcla de rocas o fibra de vidrio; quedando un ejemplar muy parecido al original.
RECONSTRUCCIÓN DEL ESQUELETO
Este es el momento en que todos los científicos del Museo unen sus fuerzas, horas de trabajo y conocimientos para decidir en qué manera lo expondrán, si lo harán con el original o con moldes, si es necesario crear moldes de las piezas no encontradas o lo exhibirán parcialmente.
Se deben clasificar los huesos e ir organizándolos para completar el esqueleto.
En el caso de los esqueletos que se montan según sus dimensiones originales, se debe tener mucho cuidado en la estructura que lo sostendrá. Los ingenieros del Museo deben realizar una especie de armadura de metal que será la encargada de mantener rígidos los huesos, unirlos y sostenerlos de forma tal que no corran riesgo de caer o romperse.
El montaje consta de varillas internas que unen los huesos del esqueleto... toda una técnica digna de aplaudir y que hacen de los Museos que exponen dinosaurios lugares impecables.
