» TERMINAL DE TRENES
La Terminal de Retiro es el edificio emblemático del barrio que le da el nombre.
Se trata de la terminal cabecera de tres líneas férreas: Mitre, San Martín y Belgrano, que unen la capital con el conurbano y con el resto del país.

Si observamos los edificios que conforman las estaciones terminales, nos encontramos con estructuras fabricadas en Inglaterra y traídas en barco, luego fueron ensambladas aquí, e inauguradas allá por el 1915.

» TERMINAL DE MICROS
En el lateral de la Terminal de Trenes de Retiro se encuentra la Terminal de Micros.
Diagramada en 3 niveles, con sectores de playa de estacionamiento, zona de taxis, área de emergencias, Locales comerciales, plataforma de micros, Confiterías y Boleterías.

La terminal de micros cuenta con un sector de Terminal VIP especialmente diagramada con todos los lujos para recibir a los pasajeros ejecutivos previo a su viaje.

Frente a la terminal de tren se destaca la Plaza Fuerza Aérea Argentina en la que se levanta la famosa Torre de los Ingleses, donada por la comunidad británica en conmemoración del primer centenario de la Revolución de Mayo.

Es de forma cuadrangular orientada hacia los 4 puntos cardinales, posee 75.5 metros de altura y consta de 8 pisos unidos por un ascensor vidriado que conduce hasta el sexto piso. Está apoyada sobre una base cuadrada con escalinatas a cada lado y la entrada principal posee el emblema del Imperio Inglés. Podemos leer grabado sobre el mármol “Los residentes británicos al gran pueblo argentino salud. 25 de Mayo de 1910”. Es realmente emblemática en la zona de Retiro, ofreciendo una de las panorámicas de la ciudad de Buenos Aires más sorprendentes.

Ubicado sobre Av. del Libertador, frente a la Torre de los Ingleses encontramos el Monumento a los caídos en las Malvinas en la zona donde se localiza la pronunciada barranca.

Allí hay 25 placas que recuerdan a todos nuestros soldados muertos en la Guerra del Atlántico Sur. Siempre hay dos soldados custodiando el lugar y una antorcha encendida marca este hito de nuestra historia contemporánea.

Enfrentada a la Plaza Fuerza Aérea se localiza la Plaza San Martín, considerada desde el año 1942 como Monumento Histórico Nacional.

Esta zona de Buenos Aires vivió todos los hechos trascendentes de nuestra historia, por aquí pasaron los esclavos negros, las corridas de toros, las invasiones inglesas y hasta el General San Martín adoctrinó a sus granaderos en estas tierras. En un sector de este predio se levanta una estatua ecuestre del Libertador General San Martín, es la obra de un escultor francés llamado Luis Joseph Daumas erigida en 1862 y siendo el monumento ecuestre más antiguo de la República Argentina. El monumento original fue reubicado con motivo del primer centenario del 25 de Mayo. En esa circunstancia se le incorpora un conjunto alegórico realizado por el escultor alemán Germán Eberlein.

La plaza está rodeada por importantes “rascacielos” que hoy han sido superados por numerosos otros edificios. Es legendario el Plaza Hotel que fuera inaugurado en el año 1909 y donde se han alojado importantes personajes a lo largo de su historia. También se destaca el Edificio Kavanagh construido por los arquitectos De la Torre, Lagos y Sanchez. Originalmente los 105 departamentos que poseía estaban destinados por la familia Kavanagh para alquiler, aunque más tarde fueron vendidos. Su construcción data del año 1936. Si nos gusta la historia verdadera y la no tan real, podemos llegar a creer en el origen del Edificio Kavanagh, donde no solo cal, arena y agua se mezclaron para su construcción sino que surgió como la unión de amor, rencor y venganza.

Cuenta la historia que la Señorita Corina Kavanagh, de familia rica en Buenos Aires pero no de la alta sociedad, se enamoró de uno de los hijos de la Familia Anchorena que por ese entonces vivian en el Palacio Anchorena (hoy Palacio San Martín).
Los dos enamorados se encontraban en cada esquina de la Ciudad sin que sus familias lo supiesen hasta que el joven Anchorena lo comunicó a sus padres, negándose rotundamente al romance.

Fue entonces cuando Corina Kavanagh, prisionera de su ira, resolvió llevar a cabo una "venganza" rápida y que dejaría empequeñecida la obra que enorgullecía a la Familia Anchorena por ese entonces: la Iglesia del Santísimo Sacramento.

En el año 1934 comenzó la construcción del Edificio Kavanagh, la cual quedó terminada en 14 meses. Realizada en hormigón armado con 120 metros de altura, 32 pisos y 105 viviendas pasó a ser el edificio más alto de Buenos Aires, superando al Palacio Barolo.
Y cumplió el objetivo de Corina Kavanagh: tapó por completo el paso de luz hacia la Basílica del Santísimo Sacramento, algo que molestó muchísimo a la Familia Anchorena.

En sus comienzos los departamentos fueron utilizados para renta pero en la actualidad viven familias en forma contínua, con un estricto reglamento interno que incluye el mantenimiento de la fachada y cuidando cada piso al mantener los detalles originales.

En la calle San Martín al 1000 se encuentra, tal vez, la iglesia más tradicional de Buenos Aires.
Se trata de la Basílica del Santísimo Sacramento que fuera construida por los arquitectos Couloms y Chauvet en 1916.

Esta obra fue encomendada por la Sra. Mercedes Castellanos de Anchorena, una de las damas más encumbradas de la sociedad porteña de comienzos de siglo XX y contó con la colaboración de los Hermanos de la Congregación del Santísimo Sacramento.

Esta iglesia tiene 5 torres, 3 de las cuales se encuentran en el frente.
Una verdadera joya arquitectónica dentro de la ciudad de Buenos Aires.

Ubicado en Av. Antártida Argentina 1355, detrás de los Edificios Catalinas Norte, nos remite al pasado inmigrante que sumó fuerzas en el crecimiento de nuestro país.

Originalmente el Hotel fue construido para recibir a los inmigrantes, alojarlos y distribuirlos en diferentes puntos del país. Su interior estaba distribuido por pabellones: desembarcadero, oficina de trabajo, hospital y hotel.

Después de muchos proyectos e iniciativas, finalmente en el año 1990 el Poder Ejecutivo Nacional por Decreto 2402 declaró al Hotel de Inmigrantes como Monumento Histórico Nacional. Hacia 1997 se destinó al Hotel como sede del Complejo Museo del Inmigrante.

Podemos observar en este edificio la estructura original de hormigón armado, una de las primeras edificaciones con dicha característica. Posee 26 metros de ancho x 100 metros de profundidad, distribuido el espacio en un gran camino central que desemboca en un comedor central en planta baja.