Si bien la Fiesta de la Pachamama suele tener su mayor exponente en la provincia de Jujuy, es un ritual que se celebra en diversos rincones de nuestro país e intenta borrar las fronteras entre la Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú, al tratarse de una celebración ancestral que remite a nuestras culturas originarias andinas.

Las ceremonias se multiplican en cada rincón, muchos ya conocen los lugares sagrados, donde las antiguas generaciones rindieron culto durante siglos y es allí donde se congregan miles de personas que llegan desde las localidades más cercanas y otras de países muy lejanos que conocieron de distintas maneras la tradición y no dudaron en ser parte de ella.

Es un concepto que proviene de la lengua quechua

• Pacha : "mundo" o "Tierra"
• mama : "madre"

Constituyendo una práctica ancestral, para interpretar su verdadero sentido debemos introducirnos en el mundo aborigen, ya que se celebra una divinidad pagana “La Pachamama”, que no es otra que la Tierra con figura de mujer interpretada así por los quechuas.
Una madre que prodiga a sus hijos todo lo que necesitan para la vida, los bienes materiales y los espirituales serán otorgados por esta deidad que mora en la tierra misma y que se confunde con ella en un todo.

Es una de las fiestas más importantes del noroeste argentino, cada 1° de Agosto, día de la Corpachada (“dar de comer”), se realiza la ceremonia tradicional en la que se ofrendan alimentos y bebidas, al tiempo que se agradece por buenas cosechas y fecundidad para los rebaños.

Si bien es una celebración que se conmemora durante todo el mes de Agosto, el  primer día del mes es cuando se realiza la ceremonia de ofrenda a la madre tierra por todo lo que ella ha provisto y brindado, reconociéndose éste el comienzo del tiempo donde la tierra descansa y se prepara para la siembra.